Abrieron la noche Plastic Frostik Machine con su sonido británico, los Placebo del sur, que los llama un amigo mío. Tocaron unas cuantas buenas canciones y el público respondió bien.
Elastic Band vino después, con un estilo que no me apasiona demasiado, aunque la cerveza ingerida fue realizando el esperado efecto. La anécdota de la noche fue cuando se cayó (y calló) la música en medio de la actuación. Por lo que me comentó un amigo, no sé hasta que punto será cierto, alguien soltó uno de los cables de alimentación.
Niños mutantes tocaron para un público entregado. Suenan mejor en sala pero se defienden bastante bien siempre. Dieron caña a las canciones más clásicas como a las mejores del último disco.
Al utilizar todos los mismo equipos el sonido fue un poco lamentable, pero oye, concierto gratis con buena temperatura. No nos quejaremos.
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