lunes, 13 de junio de 2011

Mi performance.

Una vez que has visto unas cuantas performance (o actos poéticos, según quieran llamarse) te das cuenta de que el nivel medio roza lo horrible. Es un poco como los Ironman, el 1% son profesionales que compiten y el resto se conforma con ir a acabar la carrera. Cuando muchos de esos actos rozan la vergüenza ajena piensas que tu mismo puedes hacer una y disfrazarlo de arte.

El mío empezaría conmigo en medio del escenario. Me quitaría la camiseta y me la volvería a poner, siete veces, mientras grito "Soy una cebolla y no lo sabes, soy una cebolla y no lo sabes". Después me bajaría del escenario y hablaría con la primera fila del público, les iría diciendo "Vas a morir", "No conoces a nadie", "El futuro no es para ti", "A veces lloras"... para acabar subiendo de nuevo y gritar "¡Soy libre!". Después me sentaría en el borde del escenario, mirando fijamente al público y hablaría de política mientras finjo una masturbación con la mano en el bolsillo, para que al final se den cuenta de que me he masturbado realmente.

¿Por qué no? Os aseguro que he visto cosas peores.

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