Cuando alguien hable de película morosa, ésta puede ser un buen ejemplo. Apenas es una narración, más bien parece el boceto de un guión, la cámara evita cualquier violencia y el suspense se deja para dos situaciones contadas. Es curioso que los papeles de los dos actores principales -Ewan McGregor y Colin Farrell (este tiene un vídeo porno por internet, buscádlo) - parecen intercambiados, como que pegarían más del revés.
La narración versa sobre dos hermanos, uno jugador y otro con afán de aparentar ser de una clase a la que no pertenece, se meten en un lío de dinero. Piden ayuda a su tío y éste les ofrece su ayuda a cambio de que liquiden a un compañero de trabajo que tiene intención de informar a la policía de unos negocios que pueden llevarle a la cárcel. A partir de aquí, narración de tragedia griega. Pero fallida.
Una etapa a la antigua, con escapada a falta de 60 kilómetros. Nunca sabremos que habría ocurrido si alguien hubiese respondido cuando Andy Schleck atacó. Quizás nada, ¿esperaban esa situación? Fueron dos horas de nervios, de excitación y belleza. Ciclistas corriendo contra el viento, fatiga en las piernas y una situación tan extraña que hasta el mismísimo Cadel Evans tuvo que ejercer de favorito y tirar hasta recortar algo de distancia. Un éxito para el equipo Leopard, que buscó la heroica y lo consiguió. Mientras Alberto Contador sufrió y explotó, demasiado esfuerzo tras el salvaje Giro de este año. Voeckler llegó con Evans y mantiene un día más el amarillo. Hoy en cambio...
Duncan Jones dirigió Moon antes de Código fuente, una pequeña película sencilla, similar a los relatos de ciencia ficción que leía cuando era pequeño. La suma de las dos películas es interesante, no dejan de ser capítulos de Más alla del límite con buen presupuesto y más profundidad. Ambas me han gustado porque se nota una coherencia y un amor hacia la narración -centralizada en esa temática- que me recuerda a las noches en que con quince años me quedaba a ver Cuentos asombrosos, Más allá del límite e Historias de la Cripta.
Centrándome en la película, es un puzzle en que un soldado se despierta una y otra vez ocho minutos antes de que ocurra un atentado en el tren en que viaja. Su misión es averiguar quién lo ha cometido. Lo que haga no cambia nada, el atentado ya ha ocurrido e intentan realizar averiguaciones para evitar que explote una bomba sucia situada en el centro de Chicago. Por supuesto, hay otra historia paralela, que no contaré para no desvelar toda la película y otra historia de amor que está metida con calzador. Así es el cine norteamericano actual.
Un buen entretenimiento, que encima dura hora y media. Como un capítulo doble de cualquier serie.
El ataque bajando como suicidio asistido, un líder que se sale dos veces de la carretera. Bajar a muerte sobre dos ruedas y una estructura de 6´8kg. La alianza de los corredores españoles para alejar a los demás. PArece que Contador está bien, pero las eternas subidas de los Alpes decidirán el Tour. Mientras unos atacan los otros hablan, que "Si Contador ataca porque está nervioso." y "Alberto puede hacer lo que quiera, está en su derecho, pero estos ataques me recuerdan algo que el año pasado vi tranquilamente en el sofá de mi casa, cuando atacó mientras a Andy se le había salido la cadena" dice Frank Schleck, competidor a bufón del Tour.
Que el Tour es muy largo lo saben todos los corredores, odeberían saberlo. Lo de hoy quizás ha sido un espejismo, tal vez el Alberto Contador que hemos visto hoy se hunda en las etapas reinas de los Alpes, puede que le pase factura el Giro y sus caídas. Pero por la mente de los Schleck deben haber pasado las oportunidades perdidas, cuando pudieron finiquitar a Contador y no lo hicieron, fuese por miedo o por fallos en la estrategia. Atacó en un puerto de segunda y dejó a todos atrás, quitando a Evans, cada vez más posicionado para ganar -si no pincha- y Samuel Sanchez, que cabalga hacia un podium que tal vez no llegue. Dos arreones y los hermanos quedaron atrás, junto a Basso. Ahí llegó el bloqueo de piernas de Andy y el minuto que le cayó en meta.
Puede que todo sea un espejismo, o que le quiten el Tour pasado y lo conseguido en éste a posteriori, o puede que acabe por convertirse en el mejor ciclista español de la historia.
Tienes que llevar auriculares de mp3 para escuchar las películas o la radio, no sé si los Ipod tienen la misma medida,
En Bilbao el conductor dirá para que la gente meta su equipaje en un lado u otro del autobús: a un lado los que van a Madrid, a otro los que vais a Granada. Ante la duda le preguntas. Para entrar le enseñas el número localizador del sms y el DNI, a veces se vuelven un poco locos, así que si ves que se pone a buscar en el papel, le dices el número de asiento para agilizar.
Paráis en Lerma. No te recomiendo que compres nada ni que bebas agua. Lleva un par de sandwiches de casa y un botellín de agua. El baño principal suele estar cerrado, al final del comedor hay otro.
Cuando llegues a Madrid os hacen bajar a todos. Tú vigila la mochila del maletero, porque a veces también abren el lado de las mochilas de Granada. Cuando todos cojan su equipaje y cierren el compartimento con tu mochila dentro, vete a la zona de baño y aprovecha para comer y beber algo, sueles tener entre 15-30 minutos.
Suelen llevarse el bus para limpiarlo por dentro y lo aparcan en el arcén que está enfrente. No hay problema para localizarlo. Además suele ser el único que sale a esa hora. Con que mires el cartel del bus te valdrá. Mismo proceso de antes para subir, localizador y dni. Aunque si le dices que eres el asiento tal y que vienes de Bilbao te dejan subir directamente.
El autobús para en otra estación de Madrid durante veinte minutos. No hay que bajarse, sino que sube más gente -es "Estación sur"-. Normalmente se suele llenar el bus. Yo te recomiendo que cuando lleguéis ahí recuestes ya el asiento, para que luego no se te queje el de detrás. Si llega y lo ve así no te dirá nada.
Después paráis en un pueblecillo con bar pequeño durante media hora, mucha gente se queda en el bus y otros van a tomar algo. Yo te recomiendo que vayas al baño y estires un poco las piernas. Ya verás como no hace nada de frío.
La siguiente parada es Granada. Llegas a la estación coges el equipaje, bostezas, te rascas las pelotas y entras en la estación. No voy a buscarte porque a esa hora no hay buses y me parece un poco tontería coger un taxi para volver en otro, aparte de tener que pagarlo. Subes las escaleras y sales fuera de la estación, a 50 metros a la izquierda está la parada de taxi con taxis de sobra.
Le dices que vaya a mi dirección. Te cobrará entre 4 y 6 euros. Cuando llegues a la calle, vas al número X y me llamas al móvil hasta que te cuelgue. Me levanto de la cama y te abro el portal por el portero automático. Subes al quinto piso y nos vemos. Tendrás hecha una cama para que te metas.
El ciclismo como arte improvisado, como belleza del paisaje y absoluto amor a la naturaleza. Porque sin que ocurra nada, nos encontramos con el disfrute. Ayer convirtieron un precioso puente en un puerto de cuarta categoría, el Saint-Nazaire se convirtió en espectáculo. Los realizadores prefirieron tirar de imágenes aéreas y anteponer la estética a la competición. Ver como la serpiente multicolor tiraba y se disgregaba en el ancho asfalto del puente.
En cuanto a la competición, más o menos lo acordado. Etapa no muy veloz, con final al sprint y mucho control de los equipos para mantener a sus líderes en cabeza. Contador comprobó lo ancha que puede ser la espalda de Tozzato y que Sorensen es un ciclista que aporta mucho más que caras de sufrimiento en los ascensos. Fue muy bien llevado. En la subida del puente prefirió no complicarse e ir en cabeza de pelotón.
La contrarreloj por equipos fue algo mejor de lo esperado para el Saxo Bank, que apenas perdió unos 25 segundos con los primeros equipos. En cambio Euskaltel volvió a quedar el último y, casi, hacer el ridículo. Me quedo con dos detalles interesantes. En el Saxo Bank Contador dando relevos como un burro, con gran velocidad; en el Leopard los hermanos Schelck siempre los últimos del equipo y sin dar relevos. Es curioso como Andy Schleck es un corredor que sólo se prepara para el Tour y es moroso en movimientos, mientras que Contador es más corredor: todo lo que corre es para ganarlo, sea un campeonato o una vuelta de seis días. No es criticable, pero no puedo entender como el belga levanta tantos aplausos entre el -¿entendido?- público frances.
Primera etapa de nervios en el Tour, como es habitual en esta carrera, buena velocidad de crucero y caídas producidas por descuidos. A menos de diez kilómetros un corredor del Astana se golpeó con alguien del público y provocó una caída que cortó el pelotón y dejó a los dos corredores españoles con más nivel -sobre el papel- cortados. Samuel Sanchez y Alberto Contador perdieron 1´20 en meta. Me extrañó verlos tan solos y poco arropados en esos kilómetros. Sus equipos desaparecieron y ellos tuvieron que tirar del carro y de muchos corredores que aprovecharon la inercia. Mientras, Andy Schleck lanzado frases a lo Lance Armstrong: "Es importante estar bien colocado en el pelotón".
El tiempo perdido parece importante, pero queda mucho Tour. Será interesante ver a Contador teniendo que atacar, cambiando el planteamiento de Tours anteriores.
Hace unos días pasé un par de días alojado en este hotel de Almería. El Hotel Citymar Embajador está a cinco minutos, contados, de la estación de autobuses y unas manzanas del centro, la playa ya pilla a veinte minutos andando, pero asumibles. Es un sitio que no tiene demasiado nivel, los muebles son viejos, la televisión pequeña, sin wifi en las habitaciones y con las paredes finas que se oye a la gente pasar por el pasillo. Por el lado positivo, las camas son cómodas, el baño está bien y se puede estar bien en la habitación. Yo creo que por lo que he pagado no está nada mal, la verdad.
Quizás la película de Aberl Ferrara que más me ha gustado, no por la historia, sino por la agilidad con que está narrada. Sin caer en la espesura habitual del autor, llevándonos de asesinato en asesinato sin dejarnos descansar, mostrando la psicosis creciente de la protagonista con puso firme y en pocas pinceladas.
Una joven muda es violada en la calle por un desconocido, cuando vuelve a casa se encuentra con que hay un ladrón que también la intenta forzar. Mientras forcejea en el suelo, coge un objeto y le golpea en la cabeza, aprovechando lo desorientado que está, coge la plancha y lo mata. Lleva el cadáver a la bañera, lo trocea y mete en la nevera para ir tirando las partes cercenadas de una en una. Un odio hacia todo hombre se apodera de ella y con la pistola del 45 que llevaba el asaltante muerto, se dedica a matar cualquier hombre que encuentre en su camino, al principio asaltantes u hombres molestos, luego pasa a disparar a cualquiera. Hasta que llega a una fiesta donde se disfraza de monja y… Ya os podéis imaginar.
Tener una cuenta en Filmaffinity es un vicio. No puedo dejar de entrar en Recomendaciones y ver todos los puñeteros clásicos que me faltan. Estos son los próximos 50 que veré. Suelo ir a una media de 2 por semana.
Tyrone Power, Marlene Dietrich, Charles Laughton, Elsa Lanchester, John Williams, Una O'Connor, Henry Daniel, Norma Varden, Torin Thatcher, Philip Sonidoge, Ian Wolfe, Francis Compton
Clint Eastwood, Gene Hackman, Morgan Freeman, Richard Harris, Jaimz Woolvett, Saul Rubinek, Frances Fisher, Anna Thomson (AKA Anna Levine), Anthony James
James Stewart, John Wayne, Lee Marvin, Vera Miles, Edmond O'Brien, Andy Devine, Jeanette Nolan, John Qualen, Woody Strode, Lee Van Cleef, Strother Martin, Denver Pyle
Robert De Niro, James Woods, Elizabeth McGovern, Tuesday Weld, Treat Williams, Joe Pesci, Jennifer Connelly, Burt Young, Danny Aiello, William Forsythe, Clem Caserta